Una preciosa hembra de Corzo (Capreolus capreolus). Cuando pensamos en biodiversidad animal nunca nos acordamos de los animales parásitos si no es como un problema para otra especie no parásita. Según algunos cálculos, más del 25% de las especies animales son parásitas en el medio terrestre. En el medio marino el porcentaje es aún superior. Muchas especies de animales vertebrados son el huésped de varios parásitos específicos. Sin embargo, los especialistas nos explican que los parásitos cumplen una función ecológica tan importante como la de los predadores. A menudo son parásitos o enfermedades contagiosas los agentes que producen el declive rápido de poblaciones de diversas especies de ungulados. En los últimos años la sarna sarcóptica (Sarcoptes scabiei) ha hecho disminuir drásticamente las poblaciones del rebeco en los Picos de Europa y de la cabra montés en las sierras de Cazorla y Segura. Estos parásitos y enfermedades son más mortíferos cuando las densidades de los ungulados afectados son altas, porque así aumenta la capacidad de contagio.
Esta larva de la mosca Cephenemyia stimulator se encontraba en las vías respiratorias de un Corzo cazado en el mes de abril de 2015 en el municipio de Orozko (Bizkaia). La fotografía es cortesía de la Sociedad de Caza Orein, de Orozko. El año 2014 en este municipio se cazaron dos corzos parasitados por larvas de este díptero. Aunque no se sabe mucho sobre cómo le afecta al Corzo esta miasis, se piensa que por la dificultad que les debe generar para respirar, les debilitará y, sobre todo, les hará más vulnerables frente a sus predadores. Para saber más, puede consultarse "El gusano de la nariz y garganta del corzo".
Este vídeo de una hembra y un macho joven lo grabé en el municipio de Zeberio (Bizkaia) el 24 de noviembre de 2014.